Cuando la realidad converge con la ficción: Análisis de la película Capote
- Aurora Blázquez
- 22 sept 2020
- 4 Min. de lectura
El día en que Kansas vivió uno de sus episodios más sangrientos algunas cosas acabaron y otras surgieron. Acabó la vida de cuatro personas, la confianza y la tranquilidad en el pequeño pueblo de Holcomb. Pero algo comenzó. Surgió el nuevo periodismo. Un nuevo género periodístico que utiliza técnicas pertenecientes a la literatura de ficción para contar hechos reales. Truman Capote creó en los años 60 esta corriente narrativa, que denominó novela no ficcionada y que cambió la forma en la que se había hecho periodismo hasta entonces.

La película Capote recoge la implicación del escritor en la investigación del caso de asesinato en Holcomb. Una pequeña noticia sobre el suceso llamó la atención de Capote. Decidió que quería escribir sobre el tema, pero entonces no sabía que lo que se suponía que iba a ser un artículo para The New Yorker, la revista en la que trabajaba, se transformaría en uno de los libros más destacados de la literatura estadounidense.
La literatura llega al periodismo
Sus extensas conversaciones logran que conozcamos mejor lo que se esconde en el interior de alguien al que la mayoría ve solo como un criminal
El film nos muestra como influyó Harper Lee, la famosa escritora conocida por Matar a un ruiseñor, en la escritura de la novela de Capote A sangre fría. Esta amiga de la infancia ayudó a Capote a adaptarse a Holcomb, donde se mudó para indagar en el suceso. Ambos consiguieron hacer amistades en el pueblo con gente como Alvin Dewey, agente encargado de la investigación, que proporcionó a Truman información para el libro. Así logro retratar la conmoción que había sentido la gente del pueblo ante el asesinato de la familia Clutter.
La profunda investigación que llevó a cabo es una de las diferencias del nuevo periodismo con el periodismo tradicional, en el que los temas se trataban de forma somera, transmitiendo la información esencial, sin buscar información adicional que permitiese contextualizar y profundizar en los hechos.
Además consiguió conocer muy bien a los asesinos gracias a las largas entrevistas que mantuvo con ellos. Al espectador de la película que no conociese nada sobre la historia de Truman Capote le puede sorprender la relación tan estrecha que mantuvo con Perry Smith, uno de los dos asesinos. Sus extensas conversaciones logran que conozcamos mejor lo que se esconde en el interior de alguien al que la mayoría ve solo como un criminal.
Él no quería capturar la historia de forma neutral y con un lenguaje impersonal, su intención era que el lector se sintiese dentro del mundo narrativo
Otros escritores tanto de periódicos como de novelas describían a las personas de manera objetiva, como una cámara que solo transmite lo superficial. Truman supo ir más allá y se fijó en la forma de expresarse de los asesinos, en sus gustos, se interesó por su infancia, y así logró hacer un retrato completo de los personajes principales de la historia: “El libro que escribo los devolverá al mundo de los humanos”.
A Truman no le interesaba narrar el suceso como un periodista más, ni siquiera le importaba que descubriesen al asesino. No le preocupaban los hechos en sí sino cómo narrarlos. Él no quería capturar la historia de forma neutral y con un lenguaje impersonal, su intención era que el lector se sintiese dentro del mundo narrativo. Lo que consiguió describiendo no solo el lugar de los hechos, sino también las sensaciones de las personas que intervenían en la historia y el modo de vida del pueblo.
La percepción del escritor
En la película podemos ver un ejemplo de esa percepción subjetiva de Truman en la escena en la que los asesinos están entrando a los juzgados. La mayoría de periodistas hubiese puesto la atención en describirlos físicamente y en contar la expectación que suscitaban entre la gente del pueblo. Truman en cambio tiene una visión más peculiar. Se fija en cómo andan los culpables, esposados por los policías, observa la expresión de sus caras al sentir el odio de los habitantes del pueblo y consigue imaginar lo que estarán sintiendo en ese momento.
El largo proceso en el que Perry se debatió entre la opción de pena de muerte o la libertad afectó mucho a nivel personal a Truman. No solo por la relación tan cercana que había nacido entre ellos, sino también porque se sentía identificado con él. Los dos habían tenido una infancia muy dura, nunca habían conocido la calidez de un hogar ni la estabilidad familiar. Truman veía en la vida errada de Perry lo que podría haber sido también su vida si hubiese tomado el camino equivocado.
La escritura de su novela le llevó seis años y se convirtió en el último libro que terminó. Su vida cambió radicalmente tras su gran implicación en el caso de asesinato de Kansas. "Investigar esta anomalía ha cambiado mi vida. Ha alterado mi punto de vista sobre casi todo. Creo que los que lo lean serán igualmente afectados". Con esta frase la película Capote recoge como A sangre fría cambió completamente a Truman y a su vez como afectó también a los lectores. Y lo más importante, como logró dar un giro al periodismo tradicional.
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