El intimismo de lo cotidiano encuentra su lugar en el Museo Thyssen (2016)
- Aurora Blázquez
- 22 sept 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 3 abr 2024
Madrid los unió en la década de los 50 y ahora sus obras se vuelven a encontrar. El museo Thyssen dedica una exposición al grupo de pintores y escultores que trabajaron la figuración realista en la capital, vinculados por su formación y por sus relaciones personales. Bajo el nombre “Realistas en Madrid” se reúnen 89 obras; óleos, esculturas, dibujos y relieves que se podrán disfrutar hasta el 22 de Mayo (2016).

El museo vuelve a recuperar el realismo después del gran éxito que tuvo en 2011 la muestra sobre Antonio López. Ahora la hija del artista, María López, y Guillermo Solana, director artístico del Thyssen, son los comisarios de la exposición, que reúne piezas procedentes de instituciones internacionales, de la propia colección de los artistas y también de particulares, fundamentalmente de España y Alemania.
El realismo de lo familiar
Su postura realista, la elección de los temas y la forma de tratarlos hizo que les reuniesen en torno a un mismo estilo
Madrid reunió a Isabel Quintanilla, María Moreno, Amalia Avia, Francisco López, Antonio López, Julio López y a Esperanza Parada. Ellos nunca crearon ningún manifiesto para constituir un grupo, pero su postura realista (alejada de la reivindicación política), la elección de los temas y la forma de tratarlos hizo que les reuniesen entorno a un mismo estilo.
La muestra no sigue un orden cronológico. Conduce al público desde las realidades más íntimas hasta los lugares más públicos. Comienza tratando el interior doméstico que refleja la obra El teléfono, en la que se puede apreciar como Isabel Quintanilla recoge la esencia de un espacio puramente cotidiano. No capta la realidad como una mera fotografía, si no que transmite la belleza de un lugar que puede resultar familiar a cualquiera.
El recorrido deja atrás los bodegones, cuartos de baños, pasillos y acerca tímidamente los exteriores con patios y vistas desde la ventana. El realismo del óleo Ventana de Isabel Quintanilla permite que apreciemos con total detalle el instante que regalan las vistas de esa ventana. Desde el resguardo del hogar, llegan a nosotros pequeños fragmentos de la verdad de la calle.
No capta la realidad como una mera fotografía, si no que transmite la belleza de un lugar que puede resultar familiar a cualquiera
Aproximándonos al final de la exposición llegamos al exterior en toda su grandeza. El mundo se abre ante nuestros ojos. Antonio López es quizá el más reconocido de este grupo por sus representaciones de Madrid. En su obra Gran Vía, 1 de agosto desaparece el bullicio y el alboroto que caracterizan a la calle. Solo queda la tranquilidad de un lugar que se siente como cotidiano. Como si perteneciese a quién lo está observando.
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